Ej.…
La sociedad te tiene puesta la imagen de que la nota siete es la perfecta, y
que si no cumples con ella sacándote un 3,8 eres alguien con coeficiente
intelectual menor, al tener un CI menor te frustras porque hicisteis las cosas
mal, crees que eres irresponsable, indigno de un premio. La sociedad te dice,
no vales la pena para entrar a la universidad, no eres capaz de ser un médico
ni astrónomo (que es una de las cosas que a ese niño le gusta), que jamás
podrás surgir como persona. Ese es el demoledor y tirano mensaje que te dejan.
Yo
más sin embargo digo, tú no eres malo ni incapaz, ni tonto, ni nada negativo
que la sociedad que diga… nada de eso eres.
Porque
puedes perfectamente ser un biólogo ahora y en este momento, porque solo el
hombre pone el tope en el cual puedes llegar a ser médico…
La
naturaleza no tiene medidas, no juzga.
Puedes
regar una planta y echarle estiércol de gallina para que crezca mejor… ¡Listo
ya eres bióloga!
Los
niños juegan a ser médicos (y de hecho ya lo son en el momento en que juegan),
son habilidades latentes que se pueden desarrollar si tú los incentivas más,
pero que ocurre… la sociedad les dice “Para llegar a Ser médicos de verdad”
debes estudiar e ir a la universidad, estudiar y obtener las mejores notas,
porque si porra (o sea alguien malo y tonto) en la prueba te irá mal. De ahí en
adelante le “Abren los ojos” al niño y comienza con el temor de saber que no
puede llegar a ser de verdad médico, porque para llegar a ser médico tienes que
cumplir con la medida que te ponen.
Y
ese peque deja de jugar por temor a no hacer las cosas bien como lo hacen los
médicos.
Y
ese peque no sabe que ha sido médico cuando estaba jugando, porque no hay
medida para ser médico de verdad, porque el equivocarse no es malo, el
equivocarse no existe, el equivocarse solamente es hacer las cosas de otra
manera. El niño estaba siendo médico, pero con Otras características. El niño
era más simpático y menos grave que un doctor de verdad, ese niño tiene igual
cosas positivas, y eso es lo que no se hace ver.
Y
si vamos mas allá, nos daremos cuenta de que no existen médicos, no existen
astrólogos, no existen inteligentes.
Imagínate
a un hombre gordo sentado viendo televisión con una cerveza en la mano, (no es
homero Simpson). Ahora dime, ¿A qué se dedica ese hombre en estos momentos? Tú
me dirás- a ver tele, es un telespectador-…
Imagina
que ese hombre se levanta y va a bañarse, se pone ropa decente, desayuna, toma
su auto y va por la autopista, esquiva un par de autos y a un perro (Ahora es
conductor). Y llega a su trabajo, abre su oficina y comienza a diseñar
edificios en su computador, porque había estudiado arquitectura.
Imagina
que vas a su casa cuando él llega cansado, y pregúntale ¿A qué se dedica usted?
Él te dirá -Soy arquitecto-
Y
tú le dices, pero señor, a usted yo lo vi manejando en la autopista con
habilidad usted es conductor.
Él
se ríe de ti y dice, eso es verdad… Pero soy arquitecto
Yo
te digo, él es arquitecto, pero en parte de su vida, no lo es todo el tiempo,
si él fuera arquitecto estaría siendo un “mal” arquitecto, porque en su casa no
se da cuenta de que la pieza del segundo piso al lado del baño no cumple con
todas las reglas de seguridad.
Él
no es arquitecto, solo le dedica una parte de su tiempo a crear formas de
edificios…
Ese
médico no es médico, solo se dedica a hacer que los tumores de las personas
desaparezcan…
Tú
le puedes perfectamente enseñarle a un niño muchas cosas que sabe un médico de
verdad,
Probemos
lo siguiente, saquemos a ese niño de la escuela el que jugaba a ser médico con
su hermanita, él sabe solo leer y escribir y hablar bien y le interesaba mucho
como late el corazón y cómo la comida pasa del estómago a la taza del baño, ese
niño tiene 10 años y va en quinto básico.
Los
adultos le dijeron que no podía ser médico porque no le iba muy bien en clases,
porque no superaba el promedio o la medida que se requiere para ir a la
universidad y ser un buen médico.
Imagínate
que lo llevan al hospital, y las enfermeras y los doctores son simpáticos con él,
y lo perdonan cuando se equivoca (cosas que no hace la escuela cuando te sacas
malas notas). Este niño comienza a aprender cómo poner los vendajes, pone la
máxima atención cuando la enfermera le dice cómo hacerlo, y como es niño
asimila más rápido. Con el tiempo vemos que ya atiende a personas que llegan
con heridas profundas, y a los 15 años ya conoce todo el hospital y su
funcionamiento, se ha hecho amigo de algunos doctores, los que le enseñan más y
más cosas.
Un
día su mejor doctor amigo, con la debida autorización, permite al niño que vea
una operación, en total él ya estaba acostumbrado a ver heridas horrendas y a
gente en estado deplorable en el hospital.
En
su primera operación se sorprendió, pero después se fue acostumbrando, y
comenzó a aprender los implementos que se usan allí.
A
los 21 ya tenía grandes nociones de anatomía y sabía lo que tenía una persona
con tan solo hacerle un chequeo y un par de preguntas.
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